Y con tan solo escucharlo ella enmudeció, su corazón pareció dejar de latir un segundo, su piel se erizó y sin darse cuenta sus vellos respondieron a su presencia.
Fueron segundos interminables que volvieron con su piel sonrojada y su corazón agitado, su respiración era más fuerte y ella se sentía distinta.
Era una respuesta automática a un ser en especial, no era cualquier hombre, no muy atractivo no muy feo, tampoco era alguien importante, ni un pariente o amigo, simplemente era un hombre, aunque no cualquier hombre
Quizo ir corriendo tras de él, quizo buscarlo y encontrarlo, pensó en abrazarlo fuerte, tan solo imaginarlo embargaba sus ojos de emoción, que pensaría él se pregunto, aunque en ese minuto para ella no importaba.
Como corría la sangre por sus venas, se sentía agitada y presurosa, trato de calmarse, de respirar hondo y enlentecer el paso, él la estaba mirando, la miraba y sonreía, y ella también lo hacía, temió tropezar, solo quedan 2 metros, no caerás, se dijo así misma.
Bajo la mirada para no mostrar su sonrojo ni su apuró, como si así lo logrará, sus manos se volvían sudorosas al mismo tiempo que sus piernas temblaban, y se hacían más débiles.
Trato de erguirse al tiempo que la distancia se hacía más corta, podía notarlo tranquilo y risueño, y su aroma se hacía más fuerte, oh su aroma como lo extrañaba.
Ya de frente solo pudo mostrar una sonrisa y solo decir Hola.
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